El tratamiento interceptivo implica la intervención en la dentición en desarrollo para permitir que el tratamiento subsecuente sea lo más simple y corto posible (DiBiase 2002). No hay dudas en que el tratamiento temprano puede justificarse si este proporciona beneficios adicionales para el paciente.
El conocimiento de los criterios diagnósticos y del tipo de casos que deben tratarse de forma temprana le permitirá al clínico ofrecer la solución más eficiente para cada paciente. En general, la primera fase de tratamiento en la dentición mixta temprana debe ir seguida por una segunda fase en la dentición permanente.
En algunos pacientes no es posible predecir cuánto ni cuál será la magnitud del crecimiento, sin embargo; se puede manejar la dirección de este crecimiento y es importante que el clínico sea capaz de diagnosticar e interceptar ciertos problemas del desarrollo a través de un tratamiento temprano.
Consideraciones diagnósticas para el tratamiento temprano en oclusión
En muchos casos es necesaria la supervisión, aunque no el tratamiento, hasta que los dientes permanentes estén en su sitio. Se debe basar la decisión en un diagnóstico adecuado, tomando en cuenta que la corrección de los desbalances funcionales y esqueléticos es fundamental antes de la erupción de todos los dientes permanentes.
Una de las ventajas más importantes de comenzar temprano el tratamiento consiste en aprovechar que, en la dentición mixta temprana, el patrón de crecimiento esquelético puede modificarse hasta cierto punto. Otros especialistas, con diferentes protocolos; sugieren que el tratamiento debe comenzar luego de la erupción de los segundos molares pero, en ese momento, la modificación del crecimiento será limitada.
Las indicaciones específicas para el tratamiento temprano incluyen la malocusión clase II o III con mordida cruzada anterior y posterior (unilateral y bilateral); por la deficiencia maxilar del tercio medio facial, las discrepancias de la línea media debidas a la pérdida temprana de los dientes deciduos con desviación de la linea media, la mordida abierta anterior severa, la mordida profunda severa con contacto palatino, los hábitos de succión digital, el apiñamiento con posicionamiento ectópico de los dientes permanentes, etc. (Dugoni 1998).
Sin embargo, no todas las circunstancias son blancas o negras y cada paciente es único.
Por ejemplo, el momento más indicado para el tratamiento de la maloclusión clase II es controversial. Algunos clínicos abogan por comenzar una primera fase en la dentición mixta o temporal; mientras que otros prefieren esperar hasta que hayan erupcionado los segundos molares. El momento adecuado para las intervenciones terapéuticas también puede estar influenciado por la severidad de la maloclusión, la edad y la madurez del paciente al momento del inicio del tratamiento.
El papel del ortodoncista es el de manejar el problema de la forma más eficiente para lograr un mejor diagnóstico. Se reconoce integramente que algunas maloclusones se tratan mejor de manera temprana por razones biológicas, funcionales y sociales.
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Es evidente que, para diseñar un plan de tratamiento eficiente, el clínico debe entender con entera claridad el proceso de crecimiento y desarrollo.
La simetría de la cara es una de las metas más importantes en el tratamiento ortodontico. La sonrisa involucra no solo los dientes, sino también los tejidos blandos alrededor de ellos. Esto es muy importante durante el proceso de diagnóstico y en la planificación del tratamiento puesto que los pacientes se ven a sí mismos desde la perspectiva frontal, en la cual es muy evidente sino hay coincidencia de las líneas medias.
Las estrategias de tratamiento incluyen la modificación del crecimiento y el direccionamiento oclusal. Estos tienen que aplicarse en los niños en crecimiento durante la dentición primaria o mixta para minimizar las desarmonías dentoalverolares y esqueléticas que pueden afectar el crecimiento normal.
La simetría facial implica el equilibrio en todas las estructuras de la cara y la línea que determina el inicio real de la asimetría es muy delgada.
El diagnóstico minucioso representa la base del éxtio. Es importante obtener una historia médica y odontológica detalladas, junto con las radiografías y los estudios funcionales que ayudan a determinar la razón real de la asimetría.
Clasificación de las asimetrías
Las asimetrias pueden clasificarse como dentales, esqueléticas, funcionales o como una combinación de todas ellas. Los tejidos blandos tienen un papel importante ya que peuden hacer más evidentes las asimetrías o, por el contrario, esconderlas. (figura 11.1 a,b).
Es importante recordar que la función muscular anormal a menudo lleva a desviaciones esqueléticas y dentales y que mientras más joven sea el paciente más fácil será la normalización.




La etiología puede ser multifactorial. Los factores genéticos incluyen síndromes craneofaciales como el paladar hendido, las microsomías hemifaciales, la craneosinostosis, la anquilosis, las hendiduras faciales, etc. lo cual muestra en las siguientes fotografias (figura 11.2 a,b).




Consideraciones generales
- En una malposición que produce un contacto dental inicial anormal y una desviación de la línea media en oclusión céntrica como consecuencia. La mecánica del tratamiento se elige en correlación con un diagnóstico y plan de tratamiento correcto. Algunos casos clínicos necesitan mecánicas asimétricas, mientras que en otros la cirugía es la mejor opción.
- Uno de los retos más grandes para el ortodoncista es el tratamiento de las asimetrías dentoalveolares y esqueléticas. Es crucial determinar los factores reales que ocasionan la asimetría y, de esta forma, definir el mejor tratamiento y plan de retención a largo plazo.
- El tratamiento de las asimetrías en la dentición mixta temprana y corrección de oclusión requiere un estudio detallado de todos los registros disponibles (radiografías, modelos en yeso, tomografías, fotografías, etc) para determinar la localización, la extensión y las causas que producen estos resultados.
Para un diagnóstico preciso, todas las asimetrías frontales, transversas y laterales deben diagnosticarse en relación central.
- La radiografía panorámica es útil para revisar de las estructuras dentales y óseas del maxilar y de la mandíbula; así como para determinar la presencia de una condición patológica macroscópica o la forma del ramo y los cóndilos mandibulares en ambos lados.
- Las observaciones clínicas han demostrado grandes cambios adaptativos en los cóndilos fracturados que pueden ocasionar trastornos y alteraciones funcionales en el crecimiento dentofacial
- El plan de retención debe individualizarse para cada paciente y debe determinarse al mismo tiempo que el plan de tratamiento. Siempre es recomendable en todos los pacientes un plan de retencion a largo plazo con aparatos funcionales. Desafortunadamente, no hay un braket o alambre particular que pueda resolver todos los diferentes tipos de asimetrías que pueden estar presentes en todos los pacientes.
- Se deben realizar más estudios para analizar si el uso de este protocolo de tratamiento por un período más prolongado tendrá un efecto esquelético significativo en los pacientes en crecimiento con asimetrías.
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