El uso de la luz pulsada intensa en el tratamiento de diferentes patologías dermatológicas

La luz pulsada intensa es una técnica que cada vez demuestra tener más aplicaciones para tratar diversas patologías de la piel. Al ser un procedimiento mínimamente invasivo, confortable para los pacientes, y con escasos eventos adversos, tiene grandes ventajas sobre otros tratamientos tradicionales para afecciones como el acné, las cicatrices, la rosácea, las venas reticulares y las telangiectasias.
La luz pulsada intensa es una técnica que cada vez demuestra tener más aplicaciones para tratar diversas patologías de la piel. Al ser un procedimiento mínimamente invasivo, confortable para los pacientes, y con escasos eventos adversos, tiene grandes ventajas sobre otros tratamientos tradicionales para afecciones como el acné, las cicatrices, la rosácea, las venas reticulares y las telangiectasias.

En los últimos años ha crecido notablemente el campo de la terapia con luz pulsada intensa. Aunque inicialmente se usó solo para hacer rejuvenecimientos cutáneos y despigmentar lesiones, hoy en día la luz pulsada intensa es usada por dermatólogos, cosmetólogos, cirujanos plásticos, entre otros, para diferentes tratamientos, como el acné y las cicatrices. La luz pulsada intensa ha demostrado que puede ofrecer resultados satisfactorios a los pacientes. Además, tiene la ventaja de ser un procedimiento mínimamente invasivo, con una rápida recuperación y mucho más confortable que otros procedimientos estéticos.

Una valiosa ventaja de la luz pulsada intensa es que tiene la posibilidad de utilizar diferentes combinaciones de la longitud de onda, la duración de los pulsos, los retrasos y la fluencia. Gracias a esta versatilidad, es que ha sido posible comenzar a darle usos diferentes a los convencionales, como en el tratamiento de ciertas condiciones dermatológicas.

La luz pulsada intensa para el tratamiento del acné vulgar

La aplicación de pulsos de luz de alta intensidad en la piel tiene efectos directos sobre el acné vulgar. Esta es absorbida de forma selectiva por las glándulas sebáceas y por las bacterias que causan el acné, y eso ayuda a reducir la inflamación y el tamaño de dichas glándulas. Así, es posible reducir la cantidad de lesiones y la aparición futura de otras nuevas. Además, la luz pulsada intensa estimula el contenido de colágeno y de fibras elásticas dérmicas, por lo que reduce la probabilidad de que se formen cicatrices.

La luz pulsada intensa genera un daño térmico selectivo al Propionibacterium acnes (una bacteria que produce y almacena porfirina, y que se beneficia del ambiente anaeróbico producido por el bloqueo de los poros sebáceos a raíz de la hiperqueratinización). Además, corrige la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que ayuda a reducir el eritema en el acné inflamatorio.

El tratamiento con luz pulsada intensa puede realizarse con entre 4 a 6 sesiones aplicadas de forma semanal o quincenal, tras lo cual se debe realizar mantenimiento una vez al mes. Dependiendo del modo de tratamiento, se pueden obtener resultados diferentes. En el modo continuo hay efectos fototérmicos, fotoquímicos y fotoinmunológicos uniformes, que permiten una remisión prolongada y previenen la formación de nuevas lesiones. El modo simple, por otro lado, tiene efectos antibacterianos y antiinflamatorios sobre el área afectada. Para prevenir la hiperpigmentación y la formación de cicatrices, se recomienda utilizar el modo continuo seguido por el modo de un solo pulso.

Es de resaltar que el uso de la luz pulsada intensa se puede combinar con tratamientos farmacológicos como la isotretinoína o la minociclina.

Fig. 15.5. (a) Cicatriz hipertrófica de la rodilla. Antes del tratamiento con LPI. (b) Luego de dos sesiones de LPI. (c) Después del tratamiento. - Luz pulsada

Fig. 15.5. (a) Cicatriz hipertrófica de la rodilla. Antes del tratamiento con LPI. (b) Luego de dos sesiones de LPI. (c) Después del tratamiento.

LPI para el tratamiento de la rosácea

La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a la piel del rostro y puede presentarse en cuatro clases distintas, dentro de las cuales las más comunes son la papulopustular y la eritematoteleangiectásica. La primera se caracteriza por la presencia de eritema, pápulas y pústulas, y es poco común que haya sensación urente o punzante, a diferencia de la rosácea eritematoteleangiectásica, que se presenta con enrojecimiento facial prolongado desencadenado por estímulos como el estrés emocional, el alcohol, el consumo de alimentos picantes, algunos fármacos, o las temperaturas extremas, entre otros.

La luz pulsada intensa emite pulsos de luz que son absorbidos selectivamente por los vasos sanguíneos anormales presentes en la piel afectada. Esto provoca la destrucción de estos vasos sanguíneos y reduce el enrojecimiento y la inflamación. Este tipo de tratamiento es efectivo y seguro, además de ser rápido y fácil de realizar, y su recuperación es bastante rápida.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la luz pulsada intensa no es adecuada para todas las personas. Las contraindicaciones incluyen estar en embarazo, tener infección con herpes activa o trastornos de coagulación. Asimismo, se debe retrasar el tratamiento si se sabe que el paciente presenta quemaduras o bronceado reciente en el área de tratamiento. En las pieles más oscuras deben usarse ajustes particulares, pues tienden a presentar mayores eventos adversos.

Fig. 11.2. Eritema y telangiectasias de calibre fino a grande en el segmento medio de la cara en un varón caucásico de 62 años de edad antes (izquierda) y después (derecha) de tres sesiones de luz pulsada intensa con un filtro de corte de 560 nm (560-1200 nm). La cara se trató con dos pasos durante cada tratamiento, usando en el primer paso un cristal de 35 x 15 mm para suministrar un pulso doble de 3 ms con un retraso de 15 ms a una fluencia de 17-18 J/cm2 y empleando el segundo paso para tratar las telangiectasias aisladas con un cristal de 15 x 8 mm para suministrar un solo pulso de 6-12 ms a una fluencia de 18-22 J/cm2. Nótese también la mejoría dramática en el fotodaño de base. - Luz pulsada

Fig. 11.2. Eritema y telangiectasias de calibre fino a grande en el segmento medio de la cara en un varón caucásico de 62 años de edad antes (izquierda) y después (derecha) de tres sesiones de luz pulsada intensa con un filtro de corte de 560 nm (560-1200 nm). La cara se trató con dos pasos durante cada tratamiento, usando en el primer paso un cristal de 35 x 15 mm para suministrar un pulso doble de 3 ms con un retraso de 15 ms a una fluencia de 17-18 J/cm2 y empleando el segundo paso para tratar las telangiectasias aisladas con un cristal de 15 x 8 mm para suministrar un solo pulso de 6-12 ms a una fluencia de 18-22 J/cm2. Nótese también la mejoría dramática en el fotodaño de base.

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LPI para el tratamiento de las telangiectasias y las venas reticulares

Las telangiectasias y las venas reticulares son tipos de insuficiencias venosas que se caracterizan por la presencia de vasos sanguíneos dilatados y visibles en la superficie de la piel. Estas anomalías pueden ser estéticamente indeseadas para algunos pacientes y causar malestar físico.

La luz pulsada intensa se ha utilizado exitosamente para el tratamiento de las telangiectasias y las venas reticulares, y ha demostrado ser un procedimiento seguro. Su mecanismo de acción consiste en la emisión de pulsos de luz intensa, que destruye selectivamente los vasos sanguíneos anormales y reduce su apariencia en la piel.

Al igual que en el tratamiento del acné y de la rosácea, en el caso de las insuficiencias venosas debe tenerse en cuenta la preparación de la piel previa al tratamiento y, en algunos casos, la aplicación de una crema anestésica para minimizar la incomodidad.

Fig. 12.6. (a) Venas de la pierna. (b) Eritema perilesional inmediato como signo de una buena respuesta (fotos de Fodor y Ullmann, primera edición). - Luz Pulsada

Fig. 12.6. (a) Venas de la pierna. (b) Eritema perilesional inmediato como signo de una buena respuesta (fotos de Fodor y Ullmann, primera edición).

Luz pulsada intensa para el tratamiento de las cicatrices

La cicatrices patológicas suelen formarse por la disregulación en el proceso de la cicatrización de una lesión en la piel, como una cirugía o una quemadura, pero que no sanan de forma normal y presentan un aspecto anormal o sobresaliente. Este tipo de cicatrices se caracterizan por pasar por una fase inflamatoria, una fase proliferativa y otra de remodelado. Algunas de estas cicatrices son los queloides, las cicatrices hipertróficas, inflamatorias o vasculares, y están asociadas a una producción excesiva de colágeno.

Aunque se han probado numerosas opciones de tratamiento para las cicatrices, la luz pulsada intensa ha venido demostrando que es una excelente alternativa frente a la terapia con láser. La luz pulsada intensa utiliza una luz de alta energía que penetra en la piel y estimula la producción de colágeno y elastina, lo que ayuda a mejorar el color, la textura, la forma y la flexibilidad del tejido cicatricial.

Fig. 15.1. (a) Cicatriz vieja en el cuello: 550 nm, cuatro pasos, 20 J/cm2, 10 ms, monopulso. (b) 515 nm, cuatro pasos, 20 J/cm2. (c) Tercera sesión:550 nm, cuatro pasos, 20 J/cm2, 10 ms, monopulso, eritema inmediato. (d) La cicatriz es menos fibrótica. - Luz pulsada intensa

Fig. 15.1. (a) Cicatriz vieja en el cuello: 550 nm, cuatro pasos, 20 J/cm2, 10 ms, monopulso. (b) 515 nm, cuatro pasos, 20 J/cm2. (c) Tercera sesión:550 nm, cuatro pasos, 20 J/cm2, 10 ms, monopulso, eritema inmediato. (d) La cicatriz es menos fibrótica.

Es necesario tener presente que siempre que se realice algún tratamiento con luz pulsada intensa, se requiere protección ocular para evitar el daño a la vista, tanto del paciente como del operador.

Además, se pueden experimentar efectos secundarios como enrojecimiento e hinchazón, pero estos generalmente desaparecen en poco tiempo. En casos muy raros, pueden presentarse ampollas o cicatrices.

También debe tenerse en cuenta que la luz pulsada intensa no es adecuada para todas las personas. Las contraindicaciones incluyen estar en embarazo, tener una infección con herpes activa o trastornos de coagulación. Asimismo, se debe retrasar el tratamiento si se sabe que el paciente presenta quemaduras o bronceado reciente en el área de tratamiento. En las pieles más oscuras deben usarse ajustes particulares, pues tienden a presentar mayores eventos adversos.

La luz pulsada intensa ha presentado altas tasas de efectividad, excelentes resultados cosméticos y terapéuticos. Asimismo, los tiempos de recuperación tras el tratamiento son muy cortos, y las molestias para el paciente son mínimas. Los efectos adversos son escasos (puede haber eritema y sensación urente leves) y suelen resolverse de forma espontánea de 24 a 96 horas después del tratamiento. Sin embargo, la experiencia del paciente, así como la efectividad del tratamiento y los efectos adversos, están completamente ligados a la experticia del médico operador, pues una selección incorrecta de los ajustes puede tener efectos colaterales severos.

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Artículo tomado del título Aplicaciones Estéticas de la Luz Pulsada Intensa. 2a Edición, del Dr. Lucian Fodor

Editorial Amolca
Editorial de libros médicos y odontológicos