El periodonto: morfología de la articulación alveolodental

El periodonto es una variedad de tejidos que brindan soporte, protección y función a los dientes como parte de la articulación alveolodental.
El periodonto es una variedad de tejidos que brindan soporte, protección y función a los dientes como parte de la articulación alveolodental.

La articulación alveolodental es una estructura altamente especializada y compleja que incluye el periodonto, el cual se compone de una amplia variedad de tejidos que trabajan en conjunto para proporcionar soporte, protección y función a los dientes. La comprensión detallada de la morfología del periodonto y sus componentes es esencial para garantizar una práctica adecuada y efectiva en la prevención y tratamiento de enfermedades periodontales y otras afecciones relacionadas.

Anatomía dental

La anatomía dental se ocupa de estudiar el diente, uno de los órganos que conforman el sustrato anatómico y funcional del aparato de la masticación. Es importante entonces tener presente que el órgano dental está conformado por los dientes y el periodonto, y es el conjunto de estructuras que circundan los dientes y los fijan al hueso. A su vez, el órgano dental hace parte del sistema estomatognático (al que también pertenecen el maxilar, la mandíbula, la articulación temporomandibular, los músculos de la masticación, los músculos de la cara, la lengua y las glándulas salivales).

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La articulación alveolodental

La articulación alveolodental es el punto en que se unen el revestimiento de la superficie de la raíz dental (cemento) y las paredes de los alvéolos (que son los compartimentos de los huesos maxilares superior e inferior donde insertan los dientes). Dicha unión se da gracias a el desmodonto o ligamento periodontal, elementos a los que volveremos más adelante para explicarlos.

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Fig. 1.1. Corte longitudinal de un diente, en el alvéolo se observan los componentes.

Periodonto

Se trata del conjunto de tejidos que reviste los procesos alveolares y circunda los cuellos dentales. El periodonto se ha clasificado como periodonto de protección y periodonto de protección.

Periodonto de protección

El periodonto de protección es la porción del periodonto que actúa como barrera y protege las estructuras dentales y óseas.

La encía

Esta se origina cuando la mucosa de los labios y las mejillas se reflejan en los procesos alveolares después de llegar a los bordes de los vestíbulos superior e inferior. Asimismo, la encía es fundamental para mantener la vitalidad de los dientes y, a menudo, está expuesta a la fricción y la presión que se producen en la masticación. Está compuesta por la mucosa alveolar y la mucosa gingival.

La encía es el tejido blando que cubre y protege el hueso alveolar y el cuello de los dientes. Está compuesta de un epitelio estratificado plano no queratinizado y tejido conectivo denso subyacente. Además, la encía se divide en dos áreas principales: la encía libre y la encía adherida.

Encía libre

Es la parte no adherida al diente o al hueso alveolar, que se extiende desde el borde gingival hasta la base del surco gingival. Esta área forma el surco gingival alrededor del diente, aquel espacio lineal y estrecho que se encuentra entre la encía libre y el diente, y está revestido por el epitelio de unión.

Esta zona contiene un líquido que tiene una función de limpieza y actúa como defensa de la mucosa pues, mientras mayor es la inflamación de los tejidos gingivales, mayor es la cantidad de líquido. Se trata de un sitio clave para la acumulación de placa bacteriana, lo que puede provocar procesos inflamatorios gingivales. El epitelio gingival se divide en epitelio bucal, epitelio del surco gingival y epitelio de unión.

Este último, el epitelio de unión, forma un conjunto firme yuxtapuesto a la superficie dental, que se transforma en una barrera epitelial que protege el periodonto de inserción del medio séptico bucal. Cuando se presentan procesos inflamatorios en los tejidos gingivales, dicha unión se ve amenazada por las toxinas bacterianas del surco gingival.

Encía adherida

Tiene un aspecto granular que se debe a las papilas subyacentes y a su ubicación entre dos dientes adyacentes, que corresponde a los espacios entre las salientes alveolares. En su margen libre, en los espacios interdentales, se ubican las papilas interdentales, que son las extensiones triangulares de tejido gingival que se encuentran entre los dientes adyacentes. Son fundamentales para mantener la salud periodontal al impedir la penetración de bacterias y otros irritantes en el espacio interdental. Así, este es el lugar donde se originan los procesos inflamatorios gingivales.

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Figura 3.1. (A) Las encías libres (*) e insertadas (**), separadas por el surco marginal (línea de puntos). La línea continua representa la unión mucogingival entre la mucosa alveolar (m) y la encía insertada. (B) Punto del explorador introducido en el surco gingival, separado en C (*). D = diente, G = encía, O = hueso alveolar.

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Fibras conjuntivas supraalveolares

Son fibras conectivas; algunas están de forma circular alrededor del cuello dental, mientras que otras unen un diente con otro. Estas fibras representan la parte supraalveolar del ligamento periodontal.

La mucosa alveolar es la parte de la mucosa oral que recubre el hueso alveolar y se extiende hasta el borde del proceso alveolar. Está compuesta por un epitelio estratificado plano no queratinizado y tejido conectivo laxo subyacente.

La mucosa gingival es la porción de la mucosa bucal que se encuentra adyacente a la encía y se extiende desde el margen gingival hasta la línea mucogingival. Está compuesta por un epitelio estratificado plano parcialmente queratinizado tejido conectivo denso subyacente.

Periodonto de inserción

El periodonto de inserción es la porción del periodonto que conecta el diente con el hueso alveolar y proporciona soporte y resistencia a los dientes. Está compuesto por los alvéolos dentales, el desmodonto y las fibras periodontales.

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Figura 3.6. Fotografías de (A)septo interalveolar entre los alvéolos de los incisivos laterales superiores y los dientes caninos (*), y (B) septos interradiculares en el interior del alvéolo molar superior (flechas).

Alvéolos dentales

Son las cavidades óseas del hueso alveolar que albergan las raíces de los dientes. Se pueden clasificar según su forma y número de raíces alojadas en alvéolos simples (para dientes unirradiculares), alvéolos dobles (para dientes birradiculares) y alvéolos trirradiculares (para dientes multirradiculares).

El hueso cortical alveolar es la pared interna del alvéolo, en ella se inserta el desmodonto, que rodea la raíz del diente. El alvéolo presenta una muy alta resistencia a las fuerzas que transmite el diente en la masticación.

Desmodonto

También conocido como ligamento periodontal, es un tejido conectivo fibroso que rodea la raíz del diente y conecta el cemento dental con el hueso alveolar. Está compuesto principalmente por fibras colágenas, células fibroblásticas y una matriz extracelular rica en proteínas y glucosaminoglicanos. Este tejido se ubica entre el alvéolo y la raíz dental, los vasos sanguíneos y linfáticos, las células de la conjuntiva, los nervios, las formaciones epiteliales y glandulares. Estas fibras son sumamente resistentes y tienen poca elasticidad, por lo que mantienen el diente en perfecta relación con los alvéolos.

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Figura 3.8. Fotomicrografías del corte longitudinal (A) y transversal (B) de un diente humano joven implantado en su alvéolo, donde se destacan el desmodonto (a), cemento (b) y dentina (c). Obsérvese en B la disposición oblicua de las fibras conjuntivas del desmodonto que forman un solo conjunto fijado en el cemento (*) y gran cantidad de vasos sanguíneos en el grosor del ligamento (flechas).

Las fibras conectivas del desmodonto pueden ser de tres tipos:

Fibras gingivales: las fibras gingivales son un conjunto de fibras colágenas que se extienden desde el cemento dental hasta la encía. Contribuyen a la estabilidad de la encía y al mantenimiento de la integridad del surco gingival.

Fibras interdentales: las fibras interdentales se extienden entre los dientes adyacentes y contribuyen a mantener la integridad de las papilas interdentales y la estabilidad del arco dental. En otras palabras, son fibras que mantienen unidos los dientes adyacentes en sus caras distal y medial.

Fibras alveolodentales: las fibras alveolodentales conectan el diente con el hueso alveolar y los fijan a este. Se dividen en varios grupos según su disposición y función:

Por un lado, las fibras de la cresta alveolar se sitúan debajo de las fibras interdentales del grupo de las fibras gingivales, y se fijan a la raíz del diente y la cresta alveolar, es decir, a la parte superior de los tabiques interalveolares. Además, las fibras horizontales se extienden en dirección horizontal desde el cemento hasta el hueso alveolar y resisten las fuerzas laterales aplicadas sobre el diente. Las fibras oblicuas, a su vez, se extienden de forma oblicua hacia el cemento en el alvéolo compacto. Estas fibras resisten las fuerzas axiales aplicadas sobre el diente.

Y, por último, las fibras apicales se extienden desde el ápice radicular del diente hasta el hueso alveolar, y resisten las fuerzas de extrusión aplicadas sobre el diente. Crean un pequeño espacio entre el ápice y el fondo del alvéolo que constituye el cojín mucoso apical o espacio apical de Black.

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Figura 3.11. Electromiografía de escaneo de diente de ratón, se destacan las fibras del desmodonto (*). D = diente, OA = hueso alveolar (imagen proporcionada por el profesor Dr. Ii-Sei Wantanabe).

Funciones mecánicas, biológicas, formadoras y sensoriales del desmodonto

Soporte y resistencia: el desmodonto proporciona soporte y resistencia a los dientes al unirlos al hueso alveolar, y permiten que resistan las fuerzas oclusales y de masticación. Limita el movimiento discreto que el diente realiza hacia el alvéolo, del mismo modo que un pistón en un cilindro.

Absorción de impactos: las fibras colágenas y la matriz extracelular del desmodonto actúan como un amortiguador que absorbe y distribuye las fuerzas aplicadas a los dientes, lo que le permite proteger al hueso alveolar y al diente de posibles daños.

Nutrición y defensa del diente: el desmodonto contiene vasos sanguíneos y linfáticos que suministran nutrientes y oxígeno a las células, así como componentes del sistema inmunológico que protegen contra la infección y la inflamación del diente.

Propiocepción: el desmodonto contiene receptores sensoriales que proporcionan información sobre la posición y el movimiento de los dientes, lo que permite un control adecuado de la función masticatoria y la oclusión.


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