El dimorfismo sexual es un aspecto esencial dentro de lo que se considera una apariencia atractiva pero que ahora se puede ajustar mediante el uso de rellenos inyectables. Gran parte de los procedimientos de inyección ofrecidos por los especialistas o solicitados por los pacientes, aunque se realicen en nombre del antienvejecimiento o rejuvenecimiento, tienen importantes implicaciones en el restablecimiento de la masculinidad o feminidad, por lo que deberían abordarse de manera diferente para hombres y mujeres. Sin embargo, en muchas ocasiones se han enseñado y aplicado principios y técnicas similares sin tener en cuenta estas consideraciones específicas. Las consecuencia de ello son, sobre todo en la masculinización facial, resultados no deseados debido a la falta de formación en características masculinas.
De esta forma, los tratamientos con rellenos inyectables deberían tener como objetivo el temperamento personal del paciente, con conciencia de los rasgos sexuales en la morfología, y aplicar las dosis correctas para exaltar sus características. En este artículo, conocerás las consideraciones principales para una adecuada masculinización facial mediante técnicas de inyección de rellenos para los hombres.
Rellenos dérmicos para hombres
Si bien los procedimientos de inyección en hombres son mucho menos numerosos que los practicados en mujeres, las solicitudes de inyecciones en hombres se relacionan más con la exaltación de las características dimórficas sexuales que en la mujer.
¿Qué caracteriza la masculinidad morfológica y estructuralmente?
La apariencia y forma externa en los hombres, en comparación con mujeres de la misma edad, se caracterizan por una frente más amplia y cuadrada, con una prominencia frontal y bordes ciliares más notables. Además de los bordes ciliares, los bordes orbitarios son más gruesos y resaltan con formas óseas definidas; las cejas son más densas y se ubican de manera horizontal sobre el hueso ciliar; la distancia entre la ceja y el ojo es menor; la nariz es más ancha y larga, con bordes óseos más fuertes y la punta nasal ligeramente inclinada hacia abajo. El ángulo nasolabial ideal en los hombres oscila entre 90 y 100º.
Las estructuras óseas del pómulo, el mentón y el contorno mandibular son más fuertes, anchos y angulares; la plenitud de las mejillas se observa durante la juventud y se suaviza después de la pubertad; la región media de la cara y la parte inferior se elongan más, para orientar el rostro hacia adelante; los labios son más anchos y menos prominentes, con una leve inclinación hacia adentro.
Embellecimiento para hombres: sitios clave en la masculinización facial

los otros bordes. El tejido blando también debe atenderse para lograr un aspecto más saludable
Entre los sitios clave para realzar la masculinidad mediante la masculinización facial incluyen los bordes de las pestañas, los pómulos, el mentón, la línea de la mandíbula y el ángulo mandibular puesto que estos bordes óseos crean definiciones con un patrón masculino. La pérdida del soporte óseo debido al envejecimiento masculino intensifica el descolgamiento de los tejidos relacionado con la laxitud en la medida en la que se da la disminución en la dimensión y espesor del hueso. Es por esto que el aumento de volumen en estos puntos óseos no solo es necesario para mejorar las características morfológicas del hombre, sino que también es esencial para proporcionar soporte y rejuvenecimiento facial.
Asimismo, una frente amplia y cuadrada, con una transición sólida desde la glabela, es crucial en la masculinización facial y debe ser tratada para lograr un resultado completo. Para ello, se recomienda un aumento nasal combinado con definición mediante rellenos para lograr una apariencia fresca y energética, además de restaurar el volumen de los tejidos blandos para mejorar la apariencia masculina. También, la acumulación de grasa en la región inferior de la cara y el cuello puede afectar el contorno de la mandíbula y, por ende, arruina el aspecto masculino; sin embargo, es algo que se puede mejorar con los rellenos dérmicos.
Este artículo ha sido redactado con base en la información del libro «Adaptación de los rellenos dérmicos en la práctica clínica», escrito por grandes íconos de la Medicina Estética como Sebastian Cotofana y Yates Yen-Yu Chao.
Técnicas de inyección de rellenos para realzar la masculinidad
Las inyecciones de rellenos aplicadas para la masculinización facial buscan brindar definición y contornos más definidos con estructuras más sólidas, por lo que las técnicas de inyección deben estar diseñadas específicamente para el plano profundo y óseo. No obstante, en el caso de los bordes y ángulos de la mandíbula, no siempre es necesario trabajar directamente sobre el hueso para estructurar un nuevo borde o forma que imite los huesos.
Los rellenos más resistentes que se inyectan en el plano tridimensional de los tejidos blandos y se distribuyen de manera conjunta podrían imitar de manera más eficiente y efectiva las formas óseas en comparación con cuando se trabaja en el plano supraperióstico. Sin embargo, es fundamental que los resultados sean duraderos tanto en forma como en textura. Por ejemplo, algunas técnicas de inyección que incorporan rellenos de textura más suave, aunque se apliquen en el tejido blando para generar contornos similares, pueden resultar incómodas debido a la apariencia falsa del tejido y a la progresiva deformación. Entonces, para crear formas de bordes óseos, el uso de AH debe ser conservador y solo está recomendado para correcciones moderadas.

¿Qué sustancias de rellenos seleccionar para una adecuada masculinización facial?
Para crear formas óseas y definiciones, es crucial elegir rellenos que enfaticen la rigidez y la capacidad de elevación. La CaHA suele ser suficiente para lograr la elevación deseada, mientras que la PCL desempeña un papel similar pero con una textura más suave. Los rellenos de AH, incluso aquellos con alta cohesividad, deben tener una elasticidad moderada para poder generar las formas deseadas. Por ejemplo, cuando se trata de hombres con menos grasa subcutánea y una superficie más plana, es importante considerar el uso de rellenos con características más suaves. En la masculinización facial también es recomendable evitar el AH con tendencia a la hidratación en hombres. Además, la administración del relleno de AH debe ser en cantidades moderadas.
Por otro lado, el volumen nuevo generado por la bioestimulación con PLLA tiene una textura más resistente que la grasa o el AH, por lo que la mejora progresiva a través de la bioestimulación resulta menos incómoda para los hombres. El PLLA es una excelente opción en la masculinización facial, sin embargo, es importante administrarlo con sabiduría y habilidad para lograr imitar las curvaturas con un patrón masculino.

En la Editorial Amolca podrás encontrar diversos libros para tu especialidad médica. Haz clic aquí para brindarte más información.
Leave a Reply