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El trasplante capilar se ha consolidado como una solución efectiva para hombres y mujeres que buscan restaurar su cabello con resultados de apariencia natural. Entre sus indicaciones destacan la pérdida de cabello de patrón masculino y femenino, las dermatosis inflamatorias inactivas del cuero cabelludo, y la reconstrucción de líneas de cabello afectadas por traumatismos o cirugías previas.

Sin embargo, para alcanzar resultados satisfactorios, es crucial que los pacientes tengan expectativas realistas sobre lo que el trasplante capilar puede lograr. El éxito del procedimiento depende de una selección cuidadosa del candidato, así como de la elección adecuada de la técnica de extracción de unidades foliculares, ya sea mediante la extracción de unidades individuales o la técnica de la tira.

A pesar de que las complicaciones médicas y quirúrgicas son poco frecuentes, es fundamental que los profesionales estén preparados para prevenir y gestionar cualquier eventualidad.

En el siguiente artículo se abordará en detalle los antecedentes históricos del trasplante capilar, sus indicaciones y criterios para la selección de pacientes, los resultados esperados y la importancia de gestionar adecuadamente las expectativas de los pacientes, con base en la información del capítulo Trasplante capilar a cargo del Dr. Marc R. Avram en el libro: “Procedimientos en Dermatología Cosmética: Restauración Capilar”, por los expertos clínicos Dres. Murad Alam y Jeffrey S. Dover, traducido y publicado por la Editorial Amolca.

El Origen del Trasplante Capilar Moderno

El trasplante capilar se basa en la teoría de la dominancia del donante, propuesta en 1959, que indica que el cabello crecerá según la programación genética del área donante, no del área receptora. Esto permite trasplantar cabello del cuero cabelludo occipital a zonas de adelgazamiento en el cuero cabelludo frontal, lo que resulta útil tanto en hombres como en mujeres con pérdida de cabello. Aunque inicialmente, entre los años sesenta y noventa, los resultados estéticos eran deficientes, la introducción del injerto de unidades foliculares individuales en los noventa mejoró significativamente los resultados.

Cuando la terapia médica no es suficiente, el trasplante capilar es una cirugía ambulatoria con anestesia local que puede ser una opción efectiva, permitiendo a los dermatólogos ayudar a sus pacientes a recuperar el cabello.

El trasplante capilar es adecuado para hombres y mujeres de cualquier etnia y edad, siempre que sean buenos candidatos. Es ideal para quienes aún tienen folículos pilosos terminales pigmentados y buscan mayor densidad en áreas de adelgazamiento. Para maximizar los resultados, se recomienda combinar tratamiento médico eficaz con la restauración quirúrgica. El trasplante puede tratar la pérdida de cabello en patrones masculinos y femeninos, dermatosis inflamatorias inactivas, y reconstruir líneas de cabello perdidas por traumatismos. No se recomienda para pacientes con alopecia areata, dermatosis inflamatorias activas o infecciones. La selección de candidatos depende de la densidad y calibre del cabello donante; los mejores resultados se logran en pacientes con folículos de alta densidad y grosor. Aquellos con pérdida continua de cabello deben entender que la densidad final percibida depende tanto de los folículos trasplantados como de la pérdida continua de cabello.

Indicaciones para un Trasplante Capilar: ¿Quién Califica?

El procedimiento de trasplante capilar, adecuado tanto en hombres como en mujeres de cualquier etnia y edad, siempre que sean buenos candidatos, trata la MPHL, la FPHL, dermatosis inflamatorias inactivas del cuero cabelludo y reconstruye líneas de cabello perdidas por traumatismos o cirugías. 

Es ideal para aquellos pacientes que conservan folículos terminales pigmentados y que buscan mayor densidad en áreas de adelgazamiento.

Ahora bien, para lograr una densidad óptima a largo plazo, se recomienda combinar un tratamiento médico eficaz con la restauración quirúrgica, puesto que se evidencia que aquellos que reciben tratamiento médico simultáneo experimentan un mayor impacto estético del trasplante.

El trasplante capilar no se recomienda realizarse en pacientes con alopecia areata, dermatosis inflamatorias activas o infecciones del cuero cabelludo. Y si bien, no hay directrices específicas sobre el tiempo de latencia de la inflamación antes del trasplante, la mayoría de los cirujanos dermatológicos esperan entre 6 y 18 meses.

¿Qué debería tener en cuenta el dermatólogo para identificar si un paciente es candidato?

Una consulta es esencial dado que la MPHL y la FPHL son enfermedades crónicas. Los mejores candidatos son quienes tienen patrones de pérdida de cabello estables, buena densidad donante y folículos gruesos. Por ello, en esta consulta se considerarán excelentes candidatos aquellos pacientes con folículos de alta densidad y calibre grueso del cabello donante. Por el contrario, aquellos con menor densidad donante y folículos finos podrían someterse al procedimiento, pero con una densidad percibida menor.

En el caso de los pacientes que presenten pérdida continua de cabello y que han rechazado o no han respondido al tratamiento médico, será necesario hacerles saber que la densidad final percibida dependerá tanto de los folículos trasplantados como de la pérdida continua de su cabello.

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Figura 14.1. Antes del trasplante capilar.
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Figura 14.2. Después de 1460 injertos

Lo que tus pacientes pueden esperar de un Trasplante Capilar

El cabello, es una de las características físicas que, si bien es controlable, siendo una característica física controlable, altera la apariencia gracias a su adelgazamiento o desaparición a través del tiempo. En el caso de los hombres, hay un retroceso en las líneas frontales, mientras que en las mujeres, el cabello se vuelve “transparente”.

El trasplante capilar brinda la posibilidad de recuperar el marco capilar perdido con un aspecto natural, gracias a la técnica de trasplante de unidades foliculares individuales. No obstante, este procedimiento no detiene la progresión de la MPHL y FPHL, con el tiempo la densidad del cabello trasplantado puede disminuir y, dependiendo de la fase de pérdida de cabello del paciente, es posible que este tenga menos cabello que antes del trasplante.

De este modo, el número de intervenciones necesarias varía según el ritmo de caída del cabello, en donde aquellos pacientes con patrones estables gracias a un tratamiento médico adecuado pueden alcanzar sus objetivos estéticos con una sola intervención, aquellos que continúan perdiendo cabello pueden necesitar varias más.

Si bien, la mayoría de los pacientes están satisfechos con una o dos intervenciones, una minoría puede requerir más para combatir la pérdida continua o para maximizar la densidad con el cabello donante disponible.

Estrategias para Prevenir y Gestionar Complicaciones en la cirugía de Trasplante Capilar

Como en cualquier procedimiento, pueden surgir complicaciones en la cirugía de trasplante capilar. Afortunadamente, la tasa de complicaciones médicas y quirúrgicas es baja, principalmente debido al excelente riego sanguíneo del cuero cabelludo, lo que reduce al mínimo el riesgo de infecciones. Aunque no existen estudios bien diseñados que confirmen la tasa exacta de infección, se estima que es inferior al 1 %.

El acontecimiento adverso y la complicación más comunes en la cirugía de trasplante capilar son de origen iatrogénico, generalmente causados por una técnica deficiente, mala planificación del procedimiento o falta de previsión respecto a la futura pérdida de cabello.

Después del Trasplante Capilar: Efectos Secundarios Comunes y Cómo Controlarlos

Tras un procedimiento de trasplante capilar, es común experimentar ciertos cambios en la piel, que forman parte del proceso de cicatrización y no deben considerarse complicaciones.

1. Edema:

Dado que la mayoría de los trasplantes se realizan en la mitad frontal del cuero cabelludo, donde el drenaje linfático va hacia la frente, es normal que se produzca edema en esa área a las 24 horas de la intervención. Este edema suele alcanzar su punto máximo a las 48 horas y desaparecer entre 4 y 5 días después. En algunos casos, puede causar hinchazón alrededor de los ojos y hematomas. Para prevenir el edema, se puede administrar un corto tratamiento con corticoides, como 40 mg diarios durante 3 días.

2. Prurito:

Otro efecto común es el prurito en las zonas donante y receptora, resultado de la cicatrización normal, que generalmente desaparece en 5 a 10 días. Si el prurito es molesto, una solución tópica moderada de esteroides durante 4 o 5 días suele ser eficaz. Además, puede aparecer foliculitis en ambas zonas durante días o semanas posteriores al trasplante, desencadenada por emolientes fuertes usados en la cicatrización o por la irritación causada por el cabello recortado o los injertos. La mayoría de los casos se resuelven con antibióticos tópicos en un tratamiento de 7 a 10 días, aunque en raras ocasiones se requieren antibióticos orales.

3. Efluvio telógeno (TE):

Finalmente, algunos pacientes pueden experimentar efluvio telógeno (TE), especialmente en aquellos con adelgazamiento difuso del cabello, como en las mujeres. Aunque puede ser perturbador, este fenómeno es temporal y el cabello perdido vuelve a crecer junto con el trasplantado en un período de 8 a 12 meses.

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Figura 14.9. Cicatriz donante hipertrófica por tira donante demasiado amplia

Efectos inesperados: riesgos poco comunes en la cirugía de trasplante capilar

La extracción de la tira del área donante puede ocasionar cicatrices anchas o hipertróficas, lo cual puede surgir de manera espontánea en cualquier paciente, pero ocurre con mayor frecuencia debido a una tensión excesiva en la herida. Este riesgo se puede minimizar recolectando tiras más largas y estrechas, reduciendo así la tensión en la piel. Aunque no está claro el ancho máximo seguro de una tira sin incrementar el riesgo de cicatrices, la mayoría de los médicos considera seguro un rango de 0,7 a 1,2 cm. Si aparece una cicatriz no deseada, es posible mejorarla, aunque no eliminarla por completo, utilizando láseres de colorante pulsado, láseres fraccionados no ablativos y ablativos. Además, la micropigmentación del cuero cabelludo puede ser una excelente opción para disimular ciertas cicatrices.

Otros efectos secundarios poco frecuentes incluyen entumecimiento o dolor persistente en las áreas donante o receptora, así como necrosis debida a la tensión excesiva en la cicatriz del área donante. También pueden surgir problemas por la extracción excesiva de unidades foliculares o un relleno demasiado denso en la región receptora. En casos raros, puede desarrollarse una malformación arteriovenosa en la zona donante, la cual deberá ser extirpada por un cirujano vascular.

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