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En el manejo clínico de los trastornos temporomandibulares (TMD) y el dolor orofacial, la imagenología no debe ser una práctica rutinaria, sino una herramienta estratégica. El artículo que presentamos está basado en el libro “La articulación temporomandibular y los trastornos respiratorios del sueño” de la Dra. Dania Tamimi, publicado por Editorial Amolca, y ofrece una guía práctica para odontólogos especialistas sobre cuándo y cómo utilizar las distintas modalidades de imagen en el diagnóstico y planificación del tratamiento. 

La importancia del examen clínico antes de solicitar imágenes

Antes de considerar cualquier técnica de imagen, el clínico debe realizar una historia clínica detallada y un examen físico exhaustivo. Este paso es crucial para determinar si la imagenología aportará información adicional relevante. En muchos casos de TMD, no se requiere radiografía, especialmente si el dolor tiene origen extracapsular. La decisión debe basarse en preguntas clínicas específicas como: ¿por qué ha disminuido la amplitud de movimiento? ¿Existe una obstrucción ósea o una patología de tejido blando? 

`alt` Imagenología estratégica en dolor orofacial Tabla 1
Valor de las distintas modalidades de imagen de la ATM para tareas diagnósticas específicas: X = sin valor; 3 = valor bajo; 3 3 = valor moderado; 3 3 3 = valor alto; 3 3 3 3 = valor más alto. El campo de visión CBCT utilizado para la evaluación de la relación de la ATM con el complejo maxilofacial debe ser de 8 × 8 o mayor para incluir todas estas estructuras relacionadas en una exploración

¿Cuándo es realmente necesaria la imagenología en TMD? Imagenología en dolor orofacial

La obtención de imágenes debe estar justificada por la posibilidad de que cambien el diagnóstico o el plan de tratamiento. Modalidades como la CBCT o la IRM deben seleccionarse en función de los objetivos clínicos, el tipo de tejido a evaluar y el balance entre dosis de radiación y coste. Por ejemplo, la CBCT es ideal para evaluar contornos óseos, mientras que la IRM es preferible para estudiar el estado del disco articular y el tejido blando intracapsular. 

`alt` Imagenología estratégica en dolor orofacial Tabla 2
El objetivo del diagnóstico por imagen suele fijarse tras la evaluación clínica. El examen clínico arroja interrogantes sobre la presencia de patología intra o extracapsular que pueda estar modificando la presentación clínica. Los hallazgos clínicos deben investigarse con la modalidad de diagnóstico por imagen que proporcione la mayor información diagnóstica, respetando, al mismo tiempo, los principios de seguridad radiológica y la posible carga económica

Editorial Amolca y su compromiso con la educación odontológica especializada 

Editorial Amolca se ha consolidado como una referencia en la publicación de textos médicos y odontológicos de alta calidad. El libro de Dania Tamimi es un ejemplo de cómo la editorial promueve el conocimiento clínico avanzado, ofreciendo herramientas prácticas para la toma de decisiones en imagenología. Sus libros y publicaciones buscan apoyar a los profesionales en su formación continua y en la mejora de sus habilidades diagnósticas, con textos reconocidos a nivel mundial pero traducidos al español. 

Modalidades de imagen: ventajas y limitaciones clínicas – Imagenología en dolor orofacial

Cada técnica radiográfica tiene un propósito específico: 

  • Radiografía panorámica: útil para evaluar simetría mandibular, aunque limitada en la visualización del espacio articular. 
  • Proyección transcraneal: limitada por superposición y variabilidad anatómica. 
  • Proyección de Towne: permite ver la cara superior del cóndilo, pero no debe confundirse variabilidad con patología. 
  • Submentovertex: útil en combinación con otras vistas para evaluar el eje condilar. 
  • Cefalométrica lateral: no adecuada para visualizar las ATM por superposición. 
  • Tomografía convencional: excelente para evaluar la relación cóndilo-fosa en distintas posiciones mandibulares. 

La elección de la modalidad debe estar alineada con los objetivos diagnósticos y considerar siempre la dosis de radiación y el coste. 

`alt` Imagenología estratégica en dolor orofacial Figura 1
(Izquierda) Fotografía que muestra un cóndilo mandibular seco con un marcador metálico fijado al polo lateral del cóndilo. Este experimento fue diseñado para mostrar la posición de diferentes partes del cóndilo en la proyección panorámica. (Derecha) Se muestra la radiografía panorámica de la misma mandíbula seca articulada en un cráneo seco. El marcador del polo lateral parece proyectarse anterior e inferiormente , lo que indica que los objetos vistos en esta posición se encuentran muy probablemente en la cara lateral del cóndilo.
`alt` Imagenología estratégica en dolor orofacial Figura 2
(Izquierda) Fotografía de un cóndilo mandibular seco con un marcador metálico adherido a la cara medial del cóndilo. Esto fue parte del mismo experimento. (Derecha) Radiografía panorámica de la misma mandíbula seca articulada en un cráneo seco muestra que el marcador en la cara medial parece proyectarse posterior y superiormente . Esto indica que los objetos vistos en esta posición se encuentran muy probablemente en la cara medial del cóndilo

Conclusión 

La imagenología en el diagnóstico de TMD y dolor orofacial debe ser una decisión clínica informada, no una rutina. El examen físico sigue siendo la piedra angular del diagnóstico, y las imágenes deben complementar, no reemplazar, la evaluación clínica. Este enfoque estratégico, detallado en el libro “La articulación temporomandibular y los trastornos respiratorios del sueño” de la Dra. Dania Tamimi, publicado por Editorial Amolca, permite al odontólogo tomar decisiones más precisas, seguras y costo-efectivas en su práctica diaria. 

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