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La ecografía musculoesquelética (MSK, por sus siglas en inglés) ha revolucionado el diagnóstico y seguimiento de afecciones relacionadas con los tejidos blandos desde su introducción en la década de 1970. Los avances tecnológicos han potenciado su aplicación en diversos contextos médicos, brindando una alternativa segura y efectiva para la detección de condiciones traumáticas, inflamatorias y degenerativas.
Sin embargo, la precisión de la adquisición e interpretación de las imágenes está intrínsecamente ligada al conocimiento del Radiólogo, quien debe estar familiarizado con los artefactos inherentes dentro de la imagen, los cuales pueden comprometer la calidad diagnóstica si no se reconocen y abordan adecuadamente.
En este artículo, identificaremos los artefactos más comunes en la ecografía musculoesquelética y proporcionaremos pautas para su eliminación, garantizando así una práctica competente y segura en el campo de la medicina de imágenes.
Principios clave del ultrasonido
El ultrasonido, una onda de sonido de alta frecuencia que opera en el rango de 2-22 MHz, es imperceptible para el oído humano. Se genera mediante un proceso piezoeléctrico en un dispositivo de mano llamado transductor o sonda, utilizando materiales cerámicos piezoeléctricos (PZE) que convierten la energía eléctrica en mecánica y viceversa. La carcasa del transductor suele contener entre 128 y 512 filas de elementos PZE, mayormente compuestos de titanato de circonato de plomo (PZT).
Ahora bien, al aplicar un voltaje a través de estos elementos, se produce una onda ultrasónica que se transmite al cuerpo, interactuando con los tejidos y regresando al transductor, donde se convierte nuevamente en energía eléctrica. Y finalmente, esta señal es procesada para generar una imagen de ultrasonido en un monitor.
Las propiedades físicas del ultrasonido y sus interacciones con los tejidos, incluyendo la aparición de artefactos, son fundamentales para la elección del transductor y los ajustes de la máquina durante el la ecografía musculoesquelética, con el objetivo de mejorar la calidad de la imagen.
Artefactos en ecografía musculoesquelética
Los artefactos en imágenes de ultrasonido son distorsiones causadas por suposiciones incorrectas sobre la propagación del sonido o irregularidades en el tejido examinado. Identificarlos es crucial en ecografía; aunque algunos pueden ayudar al diagnóstico, otros pueden inducir a errores. En el campo de la ecografía musculoesquelética (MSK), se encuentran comúnmente los siguientes artefactos: anisotropía, realce acústico posterior, sombra acústica posterior, artefacto de reverberación y artefacto del ancho del haz.
1. Anisotropía
La anisotropía, como artefacto en ecografía musculoesquelética, ocurre cuando el haz de ultrasonido no incide perpendicularmente sobre la estructura evaluada, siendo común en las imágenes sobre músculos, tendones, ligamentos y en menor medida, en los nervios, lo que provoca áreas de menor ecogenicidad en la imagen debido a la falta de retorno de todos los ecos al transductor. Por ejemplo, en el caso de tendones y músculos, este efecto puede simular tendinopatías o desgarros, lo que puede llevar a diagnósticos incorrectos.
U otro ejemplo es el caso del tendón de la cabeza larga del bíceps en el hombro, fenómeno que se observa cuando se evalúa desde un ángulo incorrecto. Así pues, para corregirlo, el operador debería ajustar el ángulo de insonación para que la estructura quede perpendicular al transductor, un proceso conocido como “inclinación” o “balanceo” del transductor. Además, si están disponibles las imágenes con orientación del haz y haz transversal, su uso puede ayudar a reducir este artefacto.
2. Realce acústico posterior
El realce acústico posterior, también conocido como reforzamiento posterior, se produce en las estructuras llenas de líquido, donde el sonido se transmite con mayor facilidad debido a la baja atenuación del líquido en comparación con el tejido circundante. Esta compensación de ganancia de tiempo es uniforme en toda la imagen y resulta en una apariencia más brillante de los tejidos más profundos.
Aunque este artefacto en ecografía musculoesquelética se asocia comúnmente con la presencia de líquido en quistes, bursas y ganglios, no debe utilizarse exclusivamente para confirmar la naturaleza líquida o benigna de una estructura, ya que también puede observarse en lesiones sólidas con bajo contenido de líquido, como algunos tumores de la vaina de los nervios periféricos y sarcomas quísticos malignos.
Este artículo ha sido redactado con base en la información del libro: «Ultrasonido musculoesquelético. Cómo, por qué y cuándo», escrita por expertos en el campo con diversos antecedentes profesionales, incluyendo ecografistas, fisioterapeutas, radiólogos y reumatólogos.
3. Sombra acústica posterior
La sombra acústica posterior es otro artefacto que aparece como un área sin información detrás de una estructura que refleja, refracta o absorbe el ultrasonido. Por ejemplo, se observa detrás de estructuras óseas como la apófisis coracoides, limitando la visualización de estructuras más profundas. También se presenta detrás de calcificaciones maduras dentro de los tendones, en cuyo caso este artefacto de ecografía musculoesquelética puede ser útil para confirmar la presencia de patología.
4. Artefacto de reverberación
El artefacto de reverberación surge cuando hay un reflector fuerte en una posición paralela al haz, lo que provoca múltiples reflexiones repetidas en la profundidad detrás del reflector, a la misma distancia que entre el transductor y el reflector. Un ejemplo de este fenómeno se observa detrás de una aguja utilizada para inyecciones o aspiraciones de líquido. En este caso, la aguja actúa como el reflector fuerte y el artefacto en ecografía musculoesquelética ayuda a ubicar el cuerpo de la aguja.
5. Artefacto del ancho del haz
El artefacto del ancho del haz se debe a la forma del haz de ultrasonido, que sale del transductor con un ancho predeterminado, se estrecha en el punto focal y luego se ensancha en la profundidad. Si un reflector fuerte se coloca fuera de los márgenes del transductor, el sistema de ultrasonido mostrará los ecos como provenientes del haz principal, lo que puede generar superposición de información.
En la ecografía musculoesquelética, este artefacto puede presentarse como ecos falsos de estructuras de tejido blando adyacentes dentro de una bursa o un quiste lleno de líquido.
Ahora bien, para eliminarlo, se puede estrechar el haz en la región de interés ajustando la posición del foco, por lo que es importante distinguir el ancho del haz del grosor del corte, que puede ocurrir cuando se obtienen imágenes de estructuras quísticas más pequeñas que el grosor de la sonda, generando ecos espurios de tejidos situados por delante o por detrás de esta zona. Además, el grosor del corte, una propiedad inherente del haz, rara vez se encuentra y no se puede manipular.