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La Anestesia Regional Intravenosa (ARIV) ha sido una técnica fundamental en el arsenal de la anestesiología desde su concepción, cuando el cirujano pionero August Bier introdujo la práctica de inyectar anestésicos locales directamente en una vena exanguinada en 1908. Desde entonces, esta técnica ha evolucionado significativamente, con el refinamiento de Holmes en 1963 con el uso de lidocaína. Esta modalidad anestésica, conocida por su simplicidad y alta eficacia, se ha convertido en una opción preferida para cirugías menores de extremidades, como la ganglionectomía de muñeca, la liberación del túnel carpiano y las contracturas de Dupuytren, entre otras. Aunque la Anestesia Regional Intravenosa ARIV se considera segura y altamente exitosa, su implementación conlleva riesgos y consideraciones importantes. En este artículo, exploraremos a fondo las indicaciones, contraindicaciones, ventajas, desventajas, procedimientos y complicaciones asociadas con la Anestesia Regional Intravenosa, brindando una visión completa de esta técnica anestésica fundamental en la práctica clínica contemporánea.
Indicaciones: Consideraciones de Volumen en la Anestesia Regional Intravenosa
Las indicaciones para la Anestesia Regional Intravenosa (ARIV) incluyen procedimientos quirúrgicos ambulatorios de hasta 1 hora en el antebrazo, la mano, la parte inferior de la pierna y el pie, en donde la aplicación estándar se enfoca. Sin embargo, en la parte inferior de la pierna y el pie, la ARIV se utiliza con menos frecuencia, puesto que se necesitan volúmenes de soluciones anestésicas locales relativamente mayores debido a la diferencia de tamaño entre las extremidades superiores e inferiores.
En este sentido, para la extremidad inferior, se requiere llenar más completamente el compartimento vascular, desde la cánula intravenosa colocada distalmente hasta el torniquete proximal. Esto implica el uso de 100 ml de solución en comparación con los 50 ml utilizados en las extremidades superiores.
Contraindicaciones de la aplicación de Anestesia Regional Intravenosa (ARIV)
Existen varias contraindicaciones importantes a tener en cuenta antes de aplicar Anestesia Regional Intravenosa (ARIV).
- Rechazo del paciente
- Infección local en la zona a anestesiar
- Daño local del nervio
- Enfermedades vasculares periféricas
- Hipovolemia descompensada grave y el estado de shock
- Ciertas enfermedades cardiovasculares
- Hipertonía, bradicardia, bloqueo AV de segundo grado,
- cualquier antecedente de tendencia al síncope.
- Enfermedades musculoesqueléticas
¿Cuáles son las ventajas de la ARIV?
La Anestesia Regional Intravenosa ofrece una serie de ventajas significativas que la convierten en una opción atractiva para muchos procedimientos quirúrgicos. En primer lugar, se destaca por ser una técnica sencilla, por ende, accesible incluso para aquellos sin conocimientos anatómicos específicos. Ofrece amplios márgenes de seguridad y una alta tasa de éxito, lo que brinda tranquilidad tanto al paciente como al equipo médico, además de que su efecto rápido, generalmente entre 5 y 10 minutos, permite un inicio rápido de la cirugía.
Por lo general, la necesidad de medicación suplementaria es mínima y es especialmente adecuada para intervenciones cortas en centros de cirugía ambulatoria, lo que facilita la gestión del tiempo y los recursos. La extensión de la anestesia es controlable, el retorno rápido de la sensibilidad después de la cirugía es una ventaja importante, además de que no existe riesgo de infección asociado con la técnica, lo que mejora aún más su perfil de seguridad.
Aun cuando, afortunadamente, la incidencia de reacciones adversas es baja (alrededor del 1,6%) y generalmente consisten en eventos menores, como mareos transitorios o hormigueo facial, es importante tener en cuenta que el principal riesgo de fracaso o efectos adversos graves es un error técnico, lo que destaca mucho más la importancia de una capacitación adecuada.
De esta forma, todas las ventajas ya mencionadas convierten a la ARIV en una opción atractiva y segura para una amplia gama de procedimientos quirúrgicos.
Y veamos algunas desventajas:
- Es necesario un brazalete de torniquete
- El tiempo de funcionamiento es limitado, correspondiente a menos de 1 hora.
- No son posibles los procedimientos en la parte superior del brazo
- Dolor de torniquete durante el procedimiento
- Daño nervioso debido al torniquete del manguito
- No proporciona un área operativa libre de sangre
- Y, la analgesia postoperatoria resulta insuficiente debido a la rápida recuperación de la anestesia
Preparación y procedimiento para el Bloqueo Anestésico
Principalmente, se debe informar previamente al paciente sobre el proceso del bloqueo, el cual solo debe llevarse a cabo en instalaciones anestésicas completas y es necesario asegurarse de que el equipo de emergencia adecuado esté presente y funcione correctamente, junto con precauciones de esterilidad.
Ahora bien, se requieren dos puntos de acceso intravenoso, uno en la extremidad sana y otro en la operada, además de la monitorización de la presión arterial, el electrocardiograma y la saturación de oxígeno. Y, en cuanto a la preparación del paciente, esta es idéntica a la de la anestesia general, garantizando su seguridad y comodidad durante el procedimiento.
Con respecto a los materiales necesarios, se emplearán jeringas de 20 y 50 ml, suero fisiológico, almohadilla de algodón, torniquete neumático de doble lumen, vendaje Esmarch, anestesia local, desinfectante y un dispositivo de torniquete neumático, todos estos elementos fundamentales para llevar a cabo el procedimiento de manera efectiva y segura.
Si te interesa conocer la técnica de este bloqueo anestésico u otros bloqueos nerviosos, encuéntralo en el libro: “Bloqueo Regional de Nervios en Anestesia y Terapia del Dolor. Técnicas tradicionales y guiadas por imagen», editado por Danilo Jankovic y Philip Peng y publicado por Editorial Amolca.
Complicaciones en Anestesia Regional Intravenosa y cómo prevenirlas
Las complicaciones asociadas con la Anestesia Regional Intravenosa (ARIV) se pueden presentar de diversas formas. Por un lado, existe el riesgo de reacciones tóxicas sistémicas si el anestésico local entra en la circulación debido a la liberación del manguito del torniquete. Para prevenir esto, se recomienda la apertura intermitente del torniquete, mantener el contacto verbal con el paciente y evitar una premedicación fuerte. Además, es crucial tener intralípido fácilmente disponible.
Aunque los efectos tóxicos sobre el sistema cardiovascular son raros en la ARIV, pueden ocurrir tras dosis muy altas de anestésico local, manifestándose con descenso de la presión arterial, bradicardia, colapso circulatorio y parada cardiaca. El daño nervioso debido a la presión del manguito es otra complicación posible, al igual que la aparición de petequias u otras decoloraciones de la piel e hipertensión con el inflado del torniquete. Por último, la tromboflebitis también puede ser una complicación.
De esta forma es fundamental estar alerta a estas posibles complicaciones y tomar las medidas necesarias para prevenirlas y gestionarlas de manera adecuada durante el procedimiento de ARIV.
Consejos prácticos para garantizar la seguridad y eficacia del procedimiento de Anestesia Regional Intravenosa
- Mantener el torniquete aplicado durante un mínimo de 15-20 minutos después de la inyección del anestésico local, evitando soltarlo durante este período para prevenir posibles reacciones tóxicas.
- Además, se debe controlar continuamente la presión del torniquete para asegurar un adecuado flujo sanguíneo.
- Después de finalizar el procedimiento, se recomienda realizar un desinflado intermitente durante 10 minutos, alternando con inflado completo entre cada periodo, como se muestra en la figura 26.10.
- Por último, es importante utilizar únicamente anestésicos locales que no contengan vasoconstrictores para evitar complicaciones adicionales.